LA RESPIRACIÓN
Los animales necesitamos energía para poder realizar todas
nuestras actividades. Esta energía la obtenemos a partir de la oxidación de
moléculas orgánicas en la respiración celular. Este proceso se realiza en las
mitocondrias de nuestras células y necesita oxígeno para llevarse a cabo. A la
vez, se desprende dióxido de carbono por la oxidación de esas moléculas
orgánicas. Estos dos gases los intercambiamos con el medio que nos rodea.
La respiración se divide en tres fases:
Respiración fisiológica: que consiste en captar oxígeno del
exterior y expulsar dióxido de carbono.
Intercambio de gases: el oxígeno captado del exterior
difunde en el líquido interno que baña las células del animal y el dióxido de
carbono sale al medio externo.
Respiración celular o mitocondrial: oxidación de materia
orgánica utilizando oxígeno y liberando dióxido de carbono.
Para realizar el intercambio gaseoso es necesario que la
estructura implicada cumpla las siguientes condiciones:
Las paredes del órgano donde se produce el intercambio de
gases deben ser delgadas.
La superficie debe estar húmeda, ya que el agua facilita la
difusión.
La zona adyacente debe estar muy irrigada, es decir, con
mucho líquido del medio interno del animal, de forma que los gases puedan ser
captados o expulsados rápidamente.
TIPOS DE SISTEMAS DE RESPIRACIÓN
En los animales se dan distintos sistemas de respiración.
Estos sistemas presentan distintos grados de complejidad, dependiendo del tipo
de animal, de sus necesidades energéticas y del medio en el que vive.
Los animales como las esponjas, o las medusas,
no desarrollan estructura respiratoria alguna, debido a que son animales
sencillos, que realizan el intercambio de gases de todas sus células con el
medio acuático que las rodea. En animales más complejos,
aumentan los problemas para realizar el intercambio de gases con
todas las células del cuerpo. Sin embargo, la mayoría de los gusanos planos son
capaces de efectuar el intercambio de gases sin necesidad de un sistema
específico de respiración, debido al escaso número de células que componen su
cuerpo.
gusano plano |
La mayor parte de los animales están constituidos por un
número tan elevado de células que resulta imposible que todas ellas puedan
realizar el intercambio gaseoso con el medio que los rodea. Por ello, es
necesaria la presencia de un sistema respiratorio que capture el oxígeno
suficiente para todas las células del cuerpo, recoja el dióxido de carbono
liberado y se expulse fuera del animal.
Los tipos de sistemas respiratorios que podemos encontrar
entre los distintos animales son la respiración cutánea, branquial, traqueal y
pulmonar.
Respiración cutánea
La estructura respiratoria es el tegumento corporal. La piel
es la encargada de realizar el intercambio gaseoso. Para ello, la piel debe ser
muy fina, estar húmeda y muy irrigada de sangre por el medio interno del animal.
Encontramos este sistema respiratorio en animales como los
anélidos, algunos moluscos, y anfibios; incluso, en ciertos equinodermos. En
moluscos y anfibios es necesario complementar su función con otros sistemas
respiratorios.
Respiración branquial
Las estructuras respiratorias son las branquias, en forma de
repliegues tegumentarios o estructuras muy finas que están muy irrigadas y
envueltas por agua. Pueden ser branquias externas, poco evolucionadas, o
internas, más evolucionadas, ya que al encontrarse en el interior están más
protegidas. Sin embargo, necesitan un mecanismo para producir movimiento en el
agua que las baña. Las branquias aparecen en muchos animales de vida acuática,
como anélidos, moluscos, crustáceos, peces y anfibios. Además se encuentran en
crustáceos terrestres, como las cochinillas de humedad y las pulgas de playa.
Los peces sujetan y extienden las branquias mediante arcos branquiales.
En tiburones y rayas aparecen cinco arcos (seis en los menos evolucionados) y
cuatro arcos en los peces óseos. Una estructura ósea llamada opérculo, protege
estos arcos branquiales. El agua circula desde la boca a las hendiduras
branquiales, presionada por la lengua y creando una corriente que favorece el
intercambio gaseoso entre la branquia y el agua.
Respiración traqueal
Los insectos, miriápodos y, en menor medida, en los
arácnidos con estructuras semejantes denominadas pulmones en libro, utilizan un
sistema de tubos, llamados tráqueas, que conectan las células de todo el cuerpo
con el aire del exterior del animal. Este sistema respiratorio prescinde del
sistema circulatorio para transportar el oxígeno a las células. Estos animales
tienen un sistema circulatorio abierto, en el que la sangre (hemolinfa) circula
demasiado lenta para aportar el suficiente oxígeno como para elaborar
respuestas y movimientos tan rápidos como los producidos por estos seres. Los
tubos se abren al exterior a través de unos orificios que se pueden cerrar
mediante espiráculos.
Respiración pulmonar
Los pulmones son las estructuras respiratorias, que conectan
con el exterior mediante una serie de tubos. Son repliegues que se desarrollan
en los vertebrados terrestres a partir del tubo digestivo. Existen dos tipos de
pulmones. Unos tienen forma de saco: el pulmón sacular, presente en anfibios,
reptiles y mamíferos muestra distintos grados de evolución. Otros, con forma
tubular, conectan con unos sacos aéreos que se extienden por otras zonas del
cuerpo y que se llenan de aire, disminuyendo la densidad del animal. Se
encuentran en las aves.
En anfibios, el interior es casi liso, sin repliegues, por
lo que la superficie de intercambio gaseoso es demasiado reducida. Esto implica
la necesidad de otros sistemas respiratorios para satisfacer las necesidades de
oxígeno de estos animales.
La respiración cutánea y el intercambio de gases a nivel
bucofaríngeo en las ranas constituye un aporte de oxígeno vital, pues el
intercambio pulmonar es insuficiente. La respiración pulmonar sólo se
desarrolla en algunos adultos, puesto que en forma de renacuajo, la respiración
es branquial. Este sistema puede perdurar, incluso, en adultos como sucede en
las cecilias y tritones.
En reptiles, los pulmones presentan repliegues, con lo que
la superficie de intercambio de gases aumenta respecto a los anfibios. Hay que
tener en cuenta que los reptiles poseen una piel gruesa seca, con escamas e
incapaz de producir intercambio de gases con el exterior. Unos pulmones con más
superficie interna permitieron la colonización, por parte de estos animales, de
la tierra seca , sin la dependencia del agua.
Las serpientes poseen un único pulmón desarrollado, para evitar excesiva
compresión en un cuerpo tan estrecho.Las tortugas acuáticas manifiestan zonas de intercambio
de gases con el agua en la zona rectal, en el tubo digestivo. Además, poseen
modificaciones en su sistema circulatorio, que les permiten aguantar mucho
tiempo bajo el agua sin necesidad de capturar oxígeno de la superficie.
En mamíferos, los pulmones muestran gran desarrollo de su
superficie interna. Una serie de tubos ramificados transporta el aire a los
sacos alveolares, compuestos por pequeñas cámaras, llamadas alveolos, que son
los lugares donde se produce el intercambio gaseoso con la sangre.
En aves, los pulmones reciben el aire del exterior mediante
unos tubos ramificados. Además, los pulmones reciben el aporte de oxígeno de
los sacos aéreos, que han sido llenados de aire cuando el animal ha inspirado.
Como el aire atraviesa los pulmones y llega a estos sacos, se dice que estos
pulmones tienen estructura tubular, con entrada y salida.
Este
tipo de respiración es muy eficaz ya que el animal, al coger el aire, llena los
pulmones y los sacos aéreos. Los
pulmones se pueden vaciar en la siguiente espiración y volver a llenarse
con el aire de los sacos sin necesidad de usar para respirar los músculos del
vuelo, que son los mismos que sirven para inspirar. Además, el animal reduce su
densidad al llenar su interior de aire. Hay que tener en cuenta que los sacos
aéreos, dependiendo de las especies, se introducen incluso en los huesos.
GRACIAS POR ESTA PAGINA ME SIRVE MUCHO
ResponderBorrarmuy buena
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