Ondas sonoras y sonido
Las ondas sonoras son ondas mecánicas
longitudinales: mecánicas porque necesitan un medio material para su
propagación y longitudinales porque las partículas del medio actúan en la misma
dirección en la que se propaga la onda. Ej: Si hacemos el vacío en una campana
de vidrio en la que hay un despertador sonando, a medida que va saliendo el
aire el sonido se va apagando hasta que desaparece del todo.
Pueden propagarse en medios
sólidos, líquidos y gaseosos.
La propagación de una onda
sonora consiste en sucesivas compresiones y dilataciones del medio de propagación,
producidas por un foco en movimiento vibratorio. Al paso de la onda el medio
experimenta variaciones periódicas de presión. Ej: Si tenemos una regla
metálica e inmovilizo un extremo con un tornillo de mordaza. Haz oscila la
regla. Al principio puede que no se observe ningún sonido pero si vas acortando
la regla si. Ello es debido a que la regla compone la copa de aire que está en
contacto con ella y hace que aumente la presión, mientras que la capa de aire
que está en el otro lado se enrarece (disminuye su presión). El movimiento de
vaivén de la regla hace que las compresiones y enrarecimientos del aire se
sucedan de forma alternada en el tiempo y se propaguen en el medio. Son una
onda mecánica longitudinal.
Llamamos sonido a
la propagación de la vibración de un cuerpo elástico en un medio material.
Requiere fuente emisora de ondas sonoras, un medio transmisor, y un receptor o
detector de sonidos.
Diremos que una onda mecánica
longitudinal es sonora cuando la percibimos como sonido a través de los oídos.
Esto ocurre cuando la frecuencia de oscilación está entre 16 y 20.000 Hz
(muchas personas comienzan a no oír a partir de 15.000 Hz).
Las frecuencias más bajas que
las audibles se llaman infrasonidos, y a las ondas que las producen
ondas infrasónicas. Las frecuencias más altas que las audibles se llaman ultrasonidos y
las ondas que las producen ondas ultrasónicas.
LAS
CUALIDADES DEL SONIDO
Un
aspecto importante que debemos conocer para sensibilizar nuestros oídos a la
escucha activa es la identificación de las cualidades sonoras.
Podemos distinguir cuatro cualidades:
La altura o tono. Está determinado por la frecuencia de la onda. Medimos esta característica en ciclos por segundos o Hercios (Hz). Para que podamos percibir los humanos un sonido, éste debe estar comprendido en la franja de 20 y 20.000 Hz. Por debajo tenemos los infrasonidos y por encima los ultrasonidos.
Podemos distinguir cuatro cualidades:
La altura o tono. Está determinado por la frecuencia de la onda. Medimos esta característica en ciclos por segundos o Hercios (Hz). Para que podamos percibir los humanos un sonido, éste debe estar comprendido en la franja de 20 y 20.000 Hz. Por debajo tenemos los infrasonidos y por encima los ultrasonidos.
La intensidad. Nos permite distinguir si el sonido es fuerte o débil. Está
determinado por la cantidad de energía de la onda. Los sonidos que percibimos
deben superar el umbral auditivo (0 dB) y no llegar al umbral de dolor (140
dB). Esta cualidad la medimos con el sonómetro y los resultados se expresan en
decibeles (dB).
La duración. Esta cualidad está relacionada con el tiempo de vibración del objeto. Por ejemplo, podemos escuchar sonidos largos, cortos, muy cortos, etc.
La duración. Esta cualidad está relacionada con el tiempo de vibración del objeto. Por ejemplo, podemos escuchar sonidos largos, cortos, muy cortos, etc.
El timbre. Es la cualidad que permite distinguir la fuente sonora.
Cada material vibra de una forma diferente provocando ondas sonoras complejas
que lo identifican. Por ejemplo, no suena lo mismo un clarinete que un piano
aunque interpreten la misma melodía.
Observe el siguiente video sobre el sonido y tome los apuntes necesarios
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